-En la newsletter de la semana pasada comenté que iba a hablar sobre “Mujer y fotografía” pero en algún momento he cambiado de idea, lo dejo para más adelante.
-Por otro lado, aunque mi idea era escribir semanalmente me está costando un poco cumplir los plazos, igual de ahora en adelante paso a un formato quincenal.
¿De qué va hoy el tema?
-A lo que vamos: En septiembre de 2020, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas que concede los “Oscar” publicó unas nuevas normas de representación e inclusión que las películas que quieran optar al Oscar a Mejor Película deben cumplir y que entrarán en vigor a partir de 2025 . Estas nuevas normas, como siempre que se establece una medida en pro de la diversidad e inclusión, ha generado un gran número de críticas. La idea de este artículo es demostrar que van por el buen camino y que contribuirán a hacer un mejor cine.
-Para explicar el por qué, permitid que repita algo que escribí hace no mucho:
“La primera universidad de España se fundó en 1212 en Salamanca, pero tuvieron que pasar 660 años hasta que la primera mujer pudo matricularse (Elena Maseras en 1872) y hasta 1910 no pudieron hacerlo en igualdad de condiciones. Hoy en día casi el 58% de las personas matriculadas en universidades españolas son mujeres. El voto femenino no se permitió en España hasta 1931. Hoy en día el porcentaje de mujeres diputadas en España es del 44%.
Estos datos tan significativos podrían dar la impresión de que, una vez que los derechos de las mujeres se equiparan a los de los hombres, estas van paulatinamente ocupando el espacio que les corresponde dentro de la sociedad. La equidad se convierte entonces en una cuestión de tiempo.
Desgraciadamente esto no es así en muchos ámbitos de la sociedad o en determinados niveles de la empresa privada, donde las posiciones de poder permanecen mayoritariamente en manos de hombres. España aún no ha tenido una mujer presidenta del gobierno, una gobernadora del Banco de España, una ministra de Interior, una jefa del Estado Mayor de Defensa, una directora de la Real Academia Española o una líder de un sindicato mayoritario. Solo un 30% de las consejeras de empresas del IBEX 35 son mujeres. De los 2.095 billonarios que la lista Forbes tiene identificados en todo el mundo, solo 244 son mujeres; y de las 930 personas que han recibido el Premio Nobel desde su fundación en 1901, solo 57 son mujeres.” Es decir, que el que no existan leyes que impidan el acceso de mujeres o minorías a una industria no significa que puedan acceder en igualdad de condiciones a la misma. Y eso sucede en el cine de Hollywood, como puede verse fácilmente con datos:
¿Es Hollywood poco inclusivo?
-Hollywood ha sido marcadamente racista desde sus inicios. De hecho en sus primeras películas los papeles de afroamericanos eran interpretados por blancos con la cara pintada. (El infame “blackface”). La primera película sonora de la historia, “The Jazz Singer” es un ejemplo de ello. La película “El nacimiento de una nación” (1915), dirigida por D.H. Griffith incluye escenas donde se muestra al Ku Klux Klan como una fuerza heroica necesaria para preservar los valores estadounidenses frente a la “amenaza negra”. Obviamente en 2021 la situación ha variado muchísimo, pero desde 1a creación de los Oscar en 1929, de los más de 3000 que es han entregado, solo 43 han ido a manos de afroamericanos. Y la situación es aún peor para otras minorías estadounidenses como latinos o asiáticos.
-La situación de la mujer en Hollywood es particularmente complicada. Incluso entre las más privilegiadas, aquellas que logran los papeles protagonistas en las grandes producciones hay una gran diferencia de sueldo en relación al protagonista femenino, alrededor de un 38% de lo que cobra el hombre. Y en todo caso estamos hablando de mujeres privilegiadas e influyentes con voz propia en los medios que pueden denunciar esta situación. En el resto de posiciones la falta de presencia femenina es significativa: de las 100 películas más taquilleras en 2019 las mujeres representaban solo el 10% de las escritoras, el 20% de las guionistas, el 24% de las productoras y (aquí entramos en un tema interesante para otro artículo, el de los “puestos reserva”) un 70% de las editoras.
-Desgraciadamente la falta de representación y la brecha salarial no son las únicas amenazas a las que se enfrentan las mujeres en la industria del cine en general. El edadismo , o el acoso sexual, puesto recientemente de relieve a través del movimiento #metoo ha sido una constante en esta industria y parte del día a día al que las empleadas de la industria han tenido que enfrentarse.
-Y por último, un problema casi (o quizá más grave) que los anteriores. Hablamos de la escasez de papeles para afroamericanos e hispanos, pero para colmo muchos de ellos están impregnados de un virus muy peligroso: el estereotipo. Jóvenes afroamericanos pandilleros escuchando rap y traficando con droga, Latinos llenos de tatuajes siempre al servicio de un gran narco que no dudan en sacar la pistola a la menor provocación… Las minorías suelen ser presentadas en el cine como caricaturas peligrosas. ¿Qué es una película de Robert Rodríguez sigo una larga secuencia de tópico tras tópico?. Por mucho que les queramos, ¿qué tipo de papeles han cimentado la carrera en Hollywood de Antonio Banderas , Penélope Cruz, Danny Trejo o Salma Hayek?. ¿Qué papel representaban Paz Vega, Sergio Peris-Mencheta o Oscar Jaenada junto a Sylvester Stallone en Rambo V?. El mismo que han representado desde siempre tantos y tantos hispanos: proxenetas crueles a la espera del castigo del hombre blanco. Culturas complejas y centenarias quedan resumidas en personajes como Shaft, Bruce Lee o Machete
Sobre el daño real que un personaje estereotipado de estas características a una minoría os recomiendo el documental “The Problem with Apu” que explica cómo el a priori maravilloso personaje de Los Simpson “Apu”, el dueño del badulaque, ha contribuido a empeorar la percepción que se tiene en USA de la comunidad hindú.
¿Por qué importa tanto el cine?
El cine es una industria como cualquier otra, y que sea poco diversa e inclusiva debe importarnos tanto como si se tratase (por ejemplo) de la industria de la logística. Pero el cine es algo más. Es junto a la música la modalidad de arte más popular, y la herramienta de colonización cultural más potente que jamás haya existido. Desde hace 100 años la gente hace colas en todos los países del mundo para ver las películas de Hollywood. Todos tenemos recuerdos maravillosos relacionados con el cine, de la película en sí o de con quién fuimos. Es un elemento unificador y que ha contribuido a la imagen que tenemos del bien y el mal, del éxito y del fracaso, la belleza y la fealdad. Las películas dictan qué nos debe interesar y lo que queda fuera de su mirada es invisible. Es por ello que los amantes del cine (todos nosotros) debemos preocuparnos en qué historias se cuentan y de qué manera se hacen.
¿Y qué medidas ha puesto en marcha la Academia de Cine?
Pues vamos a lo que de verdad importa. En realidad la Academia viene trabajando desde hace tiempo en la buena dirección. En 2016 pusieron en marcha la iniciativa A2020 con el objetivo de “duplicar el número de mujeres y comunidades étnicas o raciales y aumentar el número de sus miembros a nivel internacional”. Dichas iniciativas supusieron un éxito relativo en cifras y un hecho enormemente simbólico: por primera vez una película de habla no inglesa (la excepcional “Parásitos”) ganaba el Oscar a la mejor película, una situación impensable décadas atrás.
Con la intención de seguir avanzando en la dirección correcta, en septiembre de 2020 lanzaron la iniciativa “Academy Aperture 2025” que fija una serie de condiciones que debe cumplir toda película que opte ese año al Oscar a mejor película y de las que debe cumplir al menos 2 de las 4. (leeros aquí los detalles que no aporto valor transcribiéndolo)
Opción A. Representación variada : Los actores (principales o secundarios) o la historia que cuentan deben tener una representación apropiada de minorías o la historia debe estar centrada en un grupo infrarepresentado.
Opción B: Equipo de proyecto creativo: El equipo “detrás de las cámaras” (director, maquilladores, técnicos, guionistas, etc) debe tener una representación apropiada de mujeres y minorías.
Opción C: Acceso a la industria: Se deben dar becas y contratos en prácticas a mujeres y personas de colectivos marginados o minoritarios.
Opción D: Estudio Diverso: El estudio que produzca la película debe tener directivos senior mujeres o pertenecientes a minorías o colectivos intrarepresentados.
Lo dicho , con cumplir dos de cuatro es suficiente.
¿Se acabará el cine de antaño con estas medidas?
Algunas críticas señalan que bajo estas condiciones no habrían podido optar al Oscar películas como El Padrino, Rocky o 8 1/2. Tampoco los coches que llevaban a Fellini, Stallone o Coppola al set de rodaje podrían ser usados hoy en día por no respetar los protocolos anti contaminación.
Como veis, no son condiciones traumáticas y cualquier estudio puede adaptarse a ellas sin demasiada dificultad. Y en cualquier caso , estas normas solo rigen para las películas que desean presentarse al Oscar a Mejor Película.
¿Es éste el buen camino para un mejor cine?
Los Oscar creen que sí. Netflix apuesta firmemente por ello. HBO también lo tiene claro, Disney no lo duda. Curiosamente a la Academia de Cine Español, la que concede los Goya, le da totalmente igual. Usted decide…