Mujer y STEM: un camino lleno de obstáculos
(publicado originalmente en bbva.com)
StackOverflow es bien conocido en el mundo de la programación. Por una parte, es un portal de preguntas y respuestas donde los desarrolladores se ayudan con sus cuestiones técnicas de manera desinteresada. Tiene unos 100 millones de visitantes al mes y se sitúa como una de las 50 webs más populares del mundo. Pero también es famoso por sus informes anuales que analizan cuáles son los lenguajes de programación más populares o el sueldo medio de sus usuarios dependiendo del rol y del país, basándose en una encuesta realizada a 65.000 de los usuarios. El reporte incluye datos demográficos, llamando la atención que tan solo un 8% de los usuarios encuestados son mujeres.
Este demoledor dato en un sitio tan popular como es StackOverflow tiene dos explicaciones principales (y no excluyentes):
El número de mujeres que, ya sea profesionalmente o como ‘hobby’, se dedica a la programación es significativamente inferior a la de los hombres.
El acoso generalizado que experimentan las mujeres en muchas plataformas online o videojuegos hace que se mantengan alejadas de este tipo de sitios o se hagan pasar por hombres. Que StackOverflow no es un sitio amistoso para diversos colectivos, especialmente las mujeres, ha sido reconocido por la propia compañía.
Este preocupante dato es uno más de los muchos que demuestran que el campo profesional STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) a diferencia de otros sectores, continúa siendo un lugar hostil para las mujeres y así se les deja claro desde edad temprana.
Mujer y sociedad
La primera universidad de España se fundó en 1212 en Salamanca, pero tuvieron que pasar 660 años hasta que la primera mujer pudo matricularse (Elena Maseras en 1872) y hasta 1910 no pudieron hacerlo en igualdad de condiciones. Hoy en día casi el 58% de las personas matriculadas en universidades españolas son mujeres. El voto femenino no se permitió en España hasta 1931. Hoy en día el porcentaje de mujeres diputadas en España es del 44%.
Estos datos tan significativos podrían dar la impresión de que, una vez que los derechos de las mujeres se equiparan a los de los hombres, estas van paulatinamente ocupando el espacio que les corresponde dentro de la sociedad. La equidad se convierte entonces en una cuestión de tiempo.
Desgraciadamente esto no es así en muchos ámbitos de la sociedad o en determinados niveles de la empresa privada, donde las posiciones de poder permanecen mayoritariamente en manos de hombres. España aún no ha tenido una mujer presidenta del gobierno, una gobernadora del Banco de España, una ministra de Interior, una jefa del Estado Mayor de Defensa, una directora de la Real Academia Española o una líder de un sindicato mayoritario. Solo un 30% de las consejeras de empresas del IBEX 35 son mujeres. De los 2.095 billonarios que la lista Forbes tiene identificados en todo el mundo, solo 244 son mujeres; y de las 930 personas que han recibido el Premio Nobel desde su fundación en 1901, solo 57 son mujeres.
El campo STEM es una de esas áreas donde la presencia de la mujer no crece al nivel que debería según su participación en la sociedad, sino que incluso retrocede, creando lo que se conoce como la brecha STEM. Se calcula que solo un 30% de las mujeres del mundo estudia carreras STEM (porcentaje que cae al 3% en carreras relacionadas con tecnologías de la información o al 8% en carreras de ingeniería).
Esta desigualdad va más allá de la universidad: las mujeres que trabajan en el campo de STEM suelen cobrar menos que sus colegas masculinos y algo todavía más grave: las probabilidades de que abandonen su carrera profesional es muy alta, particularmente las madres (por ejemplo, casi la mitad de las científicas en Estados Unidos deja de trabajar en este sector a tiempo completo tras tener su primer hijo).
Si nos centramos en el rol de las mujeres en las principales empresas tecnológicas del mundo vemos que pese a sus esfuerzos están claramente infrarrepresentadas:
En Apple las mujeres representan el 33% de su plantilla. Si hablamos de puestos de liderazgo este porcentaje se reduce al 29%. Y si nos centramos en puestos exclusivamente técnicos solo hay un 23% de mujeres, una tendencia que se repite en casi todas las empresas.
En Facebook las mujeres representan el 37% de la plantilla, el 34,2% si hablamos de puestos de liderazgo y un 24,1% en puestos técnicos.
En Google las mujeres son el 31,6% de la plantilla, porcentaje que se reduce al 26,1% en puestos de liderazgo y el 25,7% en puestos técnicos.
Mujer en STEM
Ante estos datos, surgen dos preguntas: ¿cuáles son los motivos de esta discriminación y por qué siguen persistiendo desigualdades en campos que han sido “conquistados” por el talento femenino? La AAUW (American Association of University Women), una asociación sin ánimo de lucro que trabaja en pro de la igualdad de género, apunta que los principales motivos son:
Estereotipos de género: el sector del STEM se continúa percibiendo como eminentemente masculino y tanto padres como profesores desincentivan a las niñas desde muy pequeñas poniendo en duda su capacidad para las matemáticas.
Entornos profesionales eminentemente masculinos: que como muchas profesionales del sector ponen de manifiesto a diario, no son precisamente inclusivos y donde el sexismo o el acoso siguen perviviendo.
Escasez de ‘role models’ femeninos: Cuando se habla de ciencia y tecnología, la inmensa mayoría de los referentes que escuchan las niñas son masculinos. Aunque la contribución de la mujer en este campo es inmensa, en especial en el campo de la tecnología, su aportación ha sido borrada de la cultura popular (un buen ejemplo, la narración que el cine ha hecho de ‘Bletchley Park’, la base británica desde la que se descifró el código secreto de los Nazis, donde el papel de las mujeres fue fundamental ya que eran el 75% de los que trabajaban allí), y que en la mayor parte de las películas no son más que una distracción o una inspiración para los ‘genios masculinos’. Este fenómeno es recurrente en las películas más populares de Hollywood a la hora de mostrar científicos: los científicos masculinos superan a sus colegas femeninas en una proporción de 2 a 1 y ellas son generalmente blancas, atractivas, sin hijos y solteras.
Que más de la mitad de la población mundial deba afrontar unas dificultades mayores que el resto a la hora de estudiar o ejercer profesiones relacionadas con la ciencia y la tecnología es un problema lleno de aristas en el que todos debemos involucrarnos si queremos aspirar a una sociedad más justa. Entre las cosas que a nivel individual podemos hacer por intentar paliar esta situación están:
No minimizar el problema.
No convertirnos en elementos que contribuyan a esta discriminación.
Escuchar siempre a las mujeres que expresan sus quejas en relación a situaciones de discriminación.
Reconocer y visibilizar el inmenso legado de la mujer en el campo del STEM
Recordar que los equipos diversos son más eficientes, productivos y creativos.